El origen de las escobas amargas proviene de la utilización de la planta llamada “palillos” (mantisalca salmantica). Se trata de una hierba bienal. El primer año forma una roseta de hojas profundamente dentadas y pelosas, el segundo año se espiga y forma un tallo que llega a alcanzar metro y medio donde se encuentran las cabezuelas de flores rosadas. Aquí es cuando la planta esta óptima para su uso.

La planta crece en ribazos, cunetas, lindes y terrenos removidos. Es común en toda la provincia de Albacete.

Para fabricar las escobas debe recolectarse estando en flor y aún verde. La recogida de la planta se hace mediante la siega.

Con un haz de cinco plantas se hace la escoba, este haz se ata fuertemente por los troncos con una cuerda, dándole varias vueltas entrelazadas, tensando a la vez que se va enrollando el haz. Posteriormente se introduce un palo de chopo con punta, quedando firmemente sujeto formando la escoba.

El uso que se le daba a estas escobas estaba destinado a barrer los corrales, era, tinadas y calles.